Habrían sido los que pilotaron una aeronave que aterrizó en forma irregular en el Aeropuerto Internacional de La Romana en octubre del 2017

SANTO DOMINGO. – La Procuraduría General de la República (PGR) informó que está tramitando la extradición desde Colombia de tres hombres detenidos recientemente en ese país en virtud de una alerta que el organismo colocó en el sistema de la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) por la presunta vinculación de estos al aterrizaje irregular de una aeronave en octubre del 2017 en el Aeropuerto Internacional de La Romana

Al divulgar la información mediante un comunicado de prensa, la PGR explicó que dos de esos tres nacionales colombianos detenidos habrían sido los que pilotaron la aeronave involucrada en ese incidente. Dijo que están siendo requeridos por el Ministerio Público dentro de las investigaciones en desarrollo sobre este evento, que habría tenido como motivación el tráfico de unos 625 kilogramos de una sustancia que se presume sería cocaína.

El organismo responsable de la persecución penal indicó que los requeridos fueron apresados por autoridades de Colombia. Uno responde al nombre de Luis Alberto Clavijo, contra quien se había solicitado formalmente la extradición antes de efectuarse su detención. Los otros dos, son Daniel Guillermo Ocampo Bermúdez y Juan Felipe Andrade Torres, cuyo trámite para extraditarlos será completado en el trascurso de los próximos días.

Asimismo, la PGR recordó que por estar implicados en este mismo caso se encuentran cumpliendo prisión preventiva desde enero pasado los ex coroneles, Domingo Cruz Figuereo Heredia de la Fuerza Área Dominicana y Robert Antonio Ramírez Pimentel del Ejército de la República Dominicana, el exteniente de la Policía Nacional, Andrés Lorenzo Castillo Padilla y el ex asimilado militar, Emmanuel Cruz Espinal.

Resaltó, además, que la detención de estos colombianos fue posible gracias a la óptima coordinación y ágil colaboración existente entre esa institución y las autoridades de otras naciones, al tiempo de reiterar que, por más que quien ha cometido un delito intente evadir la justicia, sin importar el lugar donde se esconda, tarde o temprano el largo brazo de la persecución penal lo alcanza, lo lleva ante los tribunales y logra que reciba la sanción correspondiente.